Se quitó los zapatos, los dejó sobre la arena. Se acostó sobre el agua para dejarse llevar, el cielo pasó a ser su pared.
Llévame hasta el final. –Le dijo a la corriente.-
No hay final. –Le respondió la misma.- En el horizonte me devuelvo, todos los ciclos son infinitos.
La corriente lo tomó de la espalda, y procedió a navegar al hombre cual barco de papel mientras lo interrogaba:
-¿Qué pretendes con todo esto, quieres morir? –Le preguntó al hombre.-
-No pretendo nada, solo quería saber que se siente volar. –Respondió el hombre.-
-Pero, esto no es volar. –Dijo la corriente.-
-Si lo ves desde arriba, tengo el cielo reflejado en la espalda y me muevo entre las nubes sin esfuerzo; volar solo es un concepto, todo es posible con el punto de vista correcto.
Te Amo
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